El vampiro dormilón

Esta historia no es como las demás, es más graciosa y divertida.
Había una vez un vampiro que era muy dormilón. Todos los días se despertaba tarde para ir a comer: ¡a chupar sangre! Pero una noche dijo:
-¡Hoy no se me olvidará poner el despertador!¡No puedo levantarme tarde, sino no comeré!
Al día siguiente, cuando el despertador sonó, rápidamente se levantó y cuando, decidido se marchó en busca de nuevas víctimas tropezó con una lechuga, la probó y ¡le encantó!Tanto le gustó que todos los días iba, cogía una y se la comía.
Sus amigos, los demás vampiros, al verlo tan saludable le preguntaban:
- ¿Qué haces para estar tan fuerte y sano?
-¡Nada, hacer deporte!
Pero, al final les reveló su secreto y desde aquel momento los vampiros decidieron volverse vegetarianos.

Pilar Gutiérrez Rodríguez